Los tiempos actuales son increíblemente dinámicos, lo que impacta en nuestras actividades diarias, tanto profesionales, productivas o personales. En todo ámbito, se aprecia que la eficiencia no es solo una ventaja competitiva, o una entelequia en la busqueda de cuidar el planeta, sino una necesidad concreta para el éxito de todas las actividades en nuestra vida cotidiana, muy especialmente aquellas en el ámbito de las empresas, independientemente de su tamaño.
Las organizaciones de todo tipo (corporaciones, pymes, asociaciones civiles, clubes, etc) se encuentran en un entorno donde los recursos son cada vez más escasos, las expectativas de los usuarios son más altas que nunca, y las presiones económicas-financieras son determinantes para cualquier actividad. En este contexto, la optimización de todos los procesos se ha convertido en una obligación impostergable, una tarea que ya no puede ser relegada a un segundo plano.
A través del estudio profesionalizado, lo que parece dificil de alcanzar como objetivo, se revela con claridad mostrando cómo las organizaciones que han abrazado la optimización de procesos no solo han logrado reducir costos e incrementar rendimientos, sino que también han creado estructuras más ágiles, capaces de adaptarse rápidamente a los cambios y de innovar con mayor frecuencia. Por el contrario, aquellas que han ignorado esta necesidad crítica han quedado rezagadas, luchando por subsistir, si es que no han desaparecido ya.
La optimización de procesos no es una tarea técnica reservada para expertos en gestión. Es, más bien, un enfoque estratégico que debe ser entendido y adoptado por todos los niveles de la organización. Más que un simple conjunto de acciones dictadas en talleres, implica una transformación cultural que se adopta plenamente, evoluciona la forma en que una organización opera y le permite alcanzar nuevos niveles de rendimiento, sostenibilidad y, principalmente, beneficios económicos.
La cabeza primero. Optimizando proyectos
Una gran cantidad de empresas estan tan enfrascadas en la producción y las tareas operativas que olvidan en la importancia de invertir en diferentes procesos de la economía del conocimiento: planificación, ejecución de proyectos, control de procesos, pasaje de infraestructura existentes a modelos BIM, desarrollo de departamentos de I+D propios por citar algunas posibilidades, son cruciales para evitar costos y retrabajos, especialmente en obras de construcción y anular de raíz costos parásitos que son invisibles y que atormentan a las empresas, guiando a análisis de situaciones inadecuados lo que deriva en conclusiones inexactas, generando una sangría de costos que parece incontrolable
¿De quien fue la culpa? Optimizando la construcción
Es altamente conocido a través de diversas fuentes que el sector de la construcción es uno de los principales responsables de las emisiones globales de CO2, representando aproximadamente el 38% de las emisiones de dióxido de carbono a nivel mundial. Estas emisiones provienen de dos grandes fuentes dentro del sector.
En primer lugar las emisiones operativas (28%) derivadas de la operación de los edificios a lo largo de su ciclo de vida, como el uso de energía para calefacción, refrigeración, iluminación, y otras necesidades energéticas. Los edificios existentes y nuevos consumen grandes cantidades de energía, principalmente de fuentes fósiles.
Luego estan las emisiones de la construcción (10%) que provienen de la producción de materiales de construcción como el acero, el cemento, y el vidrio, así como del transporte de estos materiales y las actividades en el sitio de construcción. El cemento, por ejemplo, es responsable de alrededor del 8% de las emisiones globales de CO2 debido a la energía intensiva que requiere su producción.
Claramente, la industria de la construcción es uno de los pilares fundamentales de la economía mundial, pero también es una de las industrias menos eficientes y, muy probablemente, las mas facilmente optiizables en el corto plazo.
El Desafío de la Eficiencia en la Construcción
Los proyectos de construcción son complejos y a menudo sufren de retrasos, sobrecostos y desperdicios. Diversos estudios de los organismos de creditos internacionales, sostienen que los grandes proyectos de construcción suelen excederse en el presupuesto en un 80% y sufren retrasos en un 20% en promedio. ¿Y cuales son las causas comunes? Incluyen un mix altamente condimentado de planificación deficiente, la falta de comunicación entre las partes interesadas y la dependencia de métodos tradicionales y no automatizados.
Con sistemas de control y optimización, la racionalización de materiales es un hecho concreto y medible que ronda en ahorros concretos de hasta un 30%. Estos ahorros no solo mejoran la rentabilidad del proyecto, sino que reducen el consumo de mano de obra, transporte y una serie de gastos encadenados con un efecto dominó. A ello se suma una buena oficina técnica, con última tecnología que permite reducir errores y permite una planificación más precisa. Estudios indican que el uso de BIM puede reducir los costos de construcción en un 5% a 15% al disminuir el retrabajo y optimizar la secuencia de operaciones. La mejora en la planificación y gestión puede disminuir los sobrecostos y evitar retrasos, lo que representa ahorros significativos. Se estima que una buena gestión puede evitar sobrecostos de hasta un 20%.
Pensar tiene sus beneficios y permite desarrollar ideas de automatización de tareas, procesos y desarrollo de componentes prefabricados que aceleran el proceso de construcción y reducen la dependencia de la mano de obra en el sitio, algo muy utilizado en Estados Unidos donde la prefabricación puede reducir los tiempos de construcción en un 50% y los costos en un 20%, según el Consejo de la Construcción Verde de EE.UU. Ello debe estudiarse en nuestro país y adaptarlo adecuadamente pero sin dudas es factible desarrollar procesos automatizados criollos, que sin duda, poseen mas beneficios que seguir trabajando de manera ineficiente. Solo se requiere pensar….o contratar ingeniería.
La solución al alcance de la mano: ingeniería argentina
Pudiendo apreciar la incuestionable importancia del conocimiento aplicado en el camino de la optimización, nuestras empresas tienen la solución al alcance de la mano y con valores competitivos. La ingeniería argentina es valiosa no solo por su sólida base técnica, sino por su capacidad para innovar y adaptarse en entornos desafiantes. Este pensamiento lateral y la habilidad para desarrollar soluciones creativas y eficientes en situaciones complejas la posicionan como una de las más apreciadas en términos de flexibilidad y resolución de problemas en diversas industrias a nivel global.
En un contexto donde las fluctuaciones económicas, la escasez de recursos y los desafíos sociales son comunes, ha obligado a los ingenieros a ser altamente adaptables, buscando soluciones eficientes que maximicen el uso de los recursos disponibles. La capacidad para adaptarse rápidamente a circunstancias cambiantes es una de las características más valoradas de la ingeniería argentina, garantizando estandares normativos y de calidad. Esta capacidad de "hacer mucho con poco" se refleja en soluciones tecnológicas, industriales y de infraestructura que son eficientes y sostenibles, incluso en condiciones adversas.
Ello ha valido un éxito internacional y en diversos escenarios. Argentina es uno de los pocos países en América Latina con capacidades avanzadas en la industria aeroespacial, siendo pionera en el desarrollo y lanzamiento de satélites a través de la empresa INVAP, en energías reonvables o en tecnología y desarrollo de software, o en piping o minería, o en la construcción