Durante el mes de agosto, la provincia de Jujuy ha dado un paso significativo a partir de la aprobación de la Ley Nº 6408, la cual estableció el Consejo de Desarrollo y Promoción del Corredor Bioceánico de Capricornio, ente encargado de planificar políticas, promover inversiones y coordinar proyectos de infraestructura. El mismo está compuesto por representantes de los poderes legislativo y ejecutivo, además de instituciones intermedias que brindan apoyo técnico necesario para impulsar el crecimiento regional a través de una planificación coordinada, priorizando la inversión multimodal y las iniciativas públicas y privadas. Esta acción legislativa y estratégica de la provincia, se enmarca en el espíritu de una causa común expresada en las recientes reuniones del Corredor Bioceánico de Capricornio, donde líderes de Brasil, Argentina, Chile y Paraguay reafirmaron su compromiso con este proyecto clave para la integración regional.
Desde diciembre de 2015, cuando la "Declaración de Asunción" dio inicio al Corredor Bioceánico, ha habido diversos avances y demoras. No obstante, en el último lustro se destacó la necesidad de fortalecer la cooperación en controles aduaneros y fitosanitarios, así como desarrollar infraestructura sostenible para optimizar la conexión entre el Atlántico y el Pacífico. Es decir que, ante el interés geopolítico manifestado por los países surcados por este Corredor, surge una oportunidad innegable para desarrollar numerosos proyectos y obras de infraestructuras para cumplir los objetivos de lograr una logística comercial adecuada a las exigencias de competitividad que se requieren.
UNA GRAN VÍA COMERCIAL
El Corredor Bioceánico de Capricornio busca conectar el océano Atlántico con el Pacífico a través de una red multimodal de rutas terrestres, aéreas, fluviales y ferroviarias que reducen los costos logísticos y tiempos de transporte para las mercancías que circulan entre los puertos del Atlántico y Pacífico. El mismo se extiende a lo largo de más de 3.500 kilómetros, cruzando algunos de los terrenos más diversos y complejos de América del Sur en la búsqueda de nuevas rutas comerciales y con acceso directo a puertos estratégicos en el Pacífico para facilitar el comercio con mercados asiáticos, entre los que se encuentran los gigantes China, India y Japón.
Esta conexión tiene el potencial de transformar el comercio internacional al ofrecer una alternativa al Canal de Panamá, reduciendo significativamente los tiempos de envío entre Asia y la costa este de Sudamérica, lo que solo es factible a través de una gran inversión en infraestructura adecuada, a la altura de este desafío.
RELEVANCIA COMERCIAL
El movimiento de mercancías a través del corredor permitirá una mejor integración de los mercados locales en el comercio internacional, lo que tendrá importantes repercusiones en términos de crecimiento económico y competitividad a raíz de los grandes volúmenes de mercancías involucrados.
Según estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el corredor podría movilizar anualmente más de 30 millones de toneladas de productos. Los principales bienes que se espera que transiten por este corredor incluyen: soja, maíz, carnes, productos minerales, energía y combustibles. La mayoría de estos productos están destinados a mercados asiáticos, lo que subraya la necesidad del acceso al Pacífico.
Según analistas especializados, el tiempo de transporte entre los puertos del Atlántico en Brasil y los puertos del Pacífico en Chile podría reducirse hasta un 40%. Esto representa una ventaja significativa frente a rutas tradicionales que involucran el Canal de Panamá, y no solo reduciría los costos de transporte, sino también los riesgos asociados con los cuellos de botella en el comercio marítimo, mejorando la confiabilidad de las cadenas de suministro.
INFRAESTRUCTURA REQUERIDA
A pesar del enorme potencial del Corredor Bioceánico, su éxito depende de una infraestructura robusta que permita el tránsito eficiente de las mercancías. Esto abarca desde mejoras o construcción de rutas/autopistas, puertos fluviales, marítimos y aéreos o ferrocarriles; hasta la modernización y construcción de centros logísticos multimodales en toda su área de influencia.
Puntualmente, el estado actual de la infraestructura no es adecuado para soportar el tránsito pesado de carga con la vista al futuro cercano.
En Brasil y Argentina, se han identificado grandes necesidades de inversión en infraestructuras ferroviarias para garantizar un transporte eficiente a traves de numerosos informes técnicos. Los puertos del norte de Chile, como Iquique y Antofagasta, necesitarán ampliaciones y modernización para manejar volúmenes de carga adaptados a las crecientes demandas logísticas. En relación a las redes viales terrestres, todos los países integrantes del corredor tienen identificadas necesidades de ampliar las capacidades existentes.
Las estimaciones del BID y otros organismos indican que se requerirán inversiones multimillonarias para desarrollar adecuadamente la infraestructura necesaria, se estiman unos $8,000 millones de dólares en mejoras de infraestructura. Esta cifra podría aumentar dependiendo de los proyectos adicionales que se sumen dentro de las ciudades claves que son parte del corredor.
TEMA DE AGENDA INTERNACIONAL
El desarrollo del Corredor Bioceánico de Capricornio ha ganado relevancia en la agenda política y económica de la región en los últimos años. Uno de los puntos clave en el progreso del corredor ha sido la cooperación efectiva entre Brasil, Paraguay, Argentina y Chile. Estos países han formalizado varios acuerdos que garantizan el desarrollo conjunto del corredor y facilitan el tránsito de mercancías a través de sus fronteras. Sin embargo, las diferencias en las políticas económicas y los enfoques sobre la infraestructura han generado debates en cuanto a los tiempos y la magnitud de las inversiones requeridas.
Mientras tanto, desde el exterior, China ha mostrado un creciente interés en el Corredor Bioceánico como parte de su estrategia de expansión comercial en América Latina. Otros actores internacionales como la Unión Europea y Estados Unidos también están siguiendo de cerca el desarrollo del proyecto, debido a su importancia estratégica para el comercio global.
En este contexto, uno de los mayores retos es asegurar la financiación para la construcción y el mantenimiento de las infraestructuras con necesidad de acuerdos entre países con similar estabilidad institucional y con consensos de agenda política interna independientemente del partido gobernante. La sostenibilidad a largo plazo del proyecto también será un factor crucial, especialmente si se consideran los posibles cambios políticos y económicos en la región.
Sin embargo, no todo gira en torno a la financiación de infraestructura: La gobernanza del proyecto es otro desafío crucial para establecer un marco legal y regulador que facilite la integración económica y logística.
UNA DÉCADA DE INVERSIONES
A modo de resumen y para dimensionar el extraordinario potencial del Corredor Bioceánico de Capricornio en la economía sudamericana, es posible referir en cifras gran parte de lo expresado anteriormente. El área de influencia del Eje de Capricornio representa un mercado de más de 45 millones de habitantes en un área de influencia extendida de 2,30 millones de km2, con un producto interno bruto superior a los US$ 200.000 millones, principalmente concentrados entre Argentina y Brasil (casi un 90%).
Es importante entender que los países interesados llevan casi dos décadas en un proceso de integración efectiva, a través del cual se ha desarrollado un patrón claro de convergencia normativa y coordinación de inversiones en infraestructura de transporte, energía y telecomunicaciones. Por ello, el éxito del proyecto dependerá, en gran medida, de la capacidad de los gobiernos y actores involucrados para implementar de manera conjunta los desafíos en infraestructura, financiación y gobernanza. Existen señales claras de objetivos comunes y una firme voluntad de ejecución por parte de todos los países participantes, independientemente de sus diferencias políticas, incluso en contextos de antipolítica, como el nuestro.
Destacado:
- “El estado actual de la infraestructura no es adecuado para soportar el tránsito pesado de carga con la vista al futuro cercano”.
- “China ha mostrado un creciente interés en el Corredor Bioceánico como parte de su estrategia de expansión comercial en América Latina”.