Sostenemos permanentemente que la práctica de la
ingeniería implica actividades para favorecer a comunidades enteras, a
ciudades, a pueblos. Es decir que mucha gente se ve beneficiada con los frutos
de la tecnología, la ciencia y el conocimiento aplicados a la vida diaria. Por
este motivo, se debe tener estricto control sobre la misma ya que cualquier “mala praxis” podría afectar y dañar la
vida normal de una importante cantidad de personas. Sin dudas, “mala praxis de
ingeniería” podría funcionar como sinónimo de catástrofe.
Este efecto multiplicador que posee la ingeniería, hace
que la misma debe ejercerse bajo estrictas regulaciones y controles de
ejercicio profesional. Tan importante es esta temática, que el Estado
Provincial ha delegado en los Colegios Profesionales de Ley su poder como
organismos de control. Solamente los Colegios de Ley pueden matricular,
certificar y habilitar para el ejercicio profesional. Cabe aclarar, por su
parte, que las asociaciones civiles de profesionales de cualquier tipo revisten
el carácter de sociedades científicas persiguiendo un interés gremial, puntual
y sectorial para sus asociados.
Así, en la búsqueda de institución de ley única para los
ingenieros jujeños se crea el Colegio de Ingenieros de Jujuy en el año 1989 a
través de la Ley 4430. Esta Ley permite nuclear a todos los ingenieros jujeños
excepto a los Ingenieros Agrónomos, Agrimensores y Zootecnistas (que se
matriculan en el Consejo Profesional correspondiente), brindando la matricula
profesional pertinente para el ejercicio profesional legal.
Una matrícula profesional es algo fundamental. Sin
matrícula no hay ingeniería posible, ya que no hay responsabilidad, ética ni
seriedad. La matrícula profesional es el medio a través del cual se garantiza a
la sociedad que el profesional ingeniero actuante ejerce como responsable absoluto
de lo que desarrolla. Que esa persona que dice ser ingeniero puede actuar en la
materia que lo convoca. Sin matrícula no hay responsabilidad legal, lo cual
deja en una situación de desamparo a quien contrata fuera de la Ley, además de
constituir lisa y llanamente ejercicio ilegal de la profesión. Un ingeniero
bajo los preceptos del ejercicio profesional legal puede negarse a actuar si
ello es contrario a la ética y a la seguridad.
Continuando con el trabajo iniciado años atrás,
tendientes a la jerarquización del ejercicio profesional, el Colegio de
Ingenieros de Jujuy ha comenzado este año una campaña para promover la
Seguridad, la Ética y la Legalidad como los valores principales que nos
distinguen exclusivamente a través de la matrícula profesional. La sociedad
debe conocer esto para exigir el cumplimiento de la Ley como principal garantía
de seriedad y responsabilidad. Hoy por hoy, con sus acciones, el Colegio está
velando por el ejercicio actual y futuro de la ingeniería, elevando la
consideración de la ingeniería del pasado. Pero para ello, debe haber un cambio
en el paradigma del ejercicio profesional y a eso apuntamos.
Una matrícula profesional es mucho más que un simple
número. Es la importancia de pertenecer a un Colegio que trabaja sobre varios
ejes estratégicos como la capacitación profesional, la divulgación de temas de
ingeniería en la comunidad y el incentivo del estudio de la ingeniería en los
más jóvenes mediante talleres vocacionales. Un organismo de Ley que colabora
con los diferentes poderes del Estado, legisladores, académicos, vecinos,
estudiantes, logrando articular de la mejor manera todos los esfuerzos para
tener una ingeniería para todos,
participativa y abierta.
Una matrícula profesional garantiza ser parte de la integración
regional que nuestro Colegio viene desarrollando en el Foro de la Ingeniería
del NOA, asociación que nuclea a los Consejos y Colegios de Ingenieros de la
región, donde se discuten temas que van mucho más allá del ámbito local como
ser medio ambiente, conectividad, energía, infraestructura, transporte,
ampliando la oferta educativa y de capacitación de primera línea, para los
matriculados de la región, sin tener que viajar a las grandes ciudades del
país. Es ser parte de las Federaciones de Ingeniería a nivel país.
Por su parte, con una matrícula los profesionales acceden
a numerosos beneficios tendientes a darle calidad al ejercicio profesional:
perfeccionamiento a costos razonables, vinculación profesional con organismos
del Estado, universidades y privados, participación de Comisiones de Ingenieros
Especialistas, divulgación de la temática ingenieril, búsqueda de empleos
provincial y regional, además de velar por el cuidado y defensa de su ejercicio
profesional, mediante herramientas que nos brinda la Ley, que protegen no solo
sus honorarios sino también su propiedad intelectual.
No me canso de sostener que los ingenieros somos motores
del cambio. A través de nuestro conocimiento, se hacen realidad los sueños de
progreso de la sociedad. Por este motivo, el ingeniero moderno debe poseer una
base fundacional de ética, compromiso social y legalidad que asegure a la comunidad
que su actuación está guiada por esos preceptos, antes que por grandes
conocimientos técnicos y tecnológicos carentes de valores. No podemos darnos el
lujo de pensar una sociedad grande y de avanzada fundada en pies de barro. Y
eso lo están viendo los nuevos matriculados y aquellos que se están por
matricular, que aprecian Colegio de Ingenieros de Jujuy sólido desde lo
institucional, democrático y participativo.
Por todo ello, una vez más, invitamos a nuestros colegas
a acercarse al Colegio de Ingenieros de Jujuy (Ley 4430/89) única institución que
tienen los Ingenieros Jujeños para participar en la construcción de una
profesión legal y ética para beneficio de nuestro país.
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